lunes

Lo mejor de la FCOM... son las ADAPTACIONES!!!

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, (según el horario en el que leáis esta parrafada). Después de mucho tiempo, y os pido perdón, aparezco por aquí con una de las mías. Os dije que vendría cuando estuviera indignada y os preguntaréis "¿Cómo no se ha indignado en meses?", y sí, obvio me he indignado, me he mosqueado, he gritado y lo he pagado con mi hipopótama Margarita a la que le cuento todas mis penas, pero lo cierto es que también he estado muy ocupada y no he tenido tiempo de pasar por aquí. I'M ZORRY.

Hoy quiero hablaros de mi vida en la universidad. Para el que no lo sepa, estudio periodismo, en la facultad de comunicación, la MEJOR de toda EspañaJAJAJAJAJA. En esa. Todos me vienen con la cosa de "andaaaaa si es un edificio nuevo" "andaaaaa si todo estará adaptadísimo" y bueno, se supone que deberían llevar razón, y en cierta parte (digamos que 3/4) la llevan, pero otra parte no. Ahora, también he de deciros que la mayor parte de problemas que tengo en esa facultad están protagonizados por especímenes raros extraños e irrespetuosos en los que prefiero no pensar.

10:30 de la mañana. Hora del desayuno colectivo (alumnos + profesores + flojas de secretaría). Yo y mi inseparable media tostada de mantequilla con mi café en vaso de plástico nos recorremos toda la cafetería en busca de una mesa donde "al menos" prepararme el desayuno. Se queda una mesa libre y todos corren a ella cuando solo va a desayunar uno, y encima va a tomarse una cagada de cañita de chocolate, pero yo que no tengo manos entre la tostada y el café y el bolso colgando, intento correr hacia ella. Me miran y me sonríen diciendo "la mesa es mía aunque lo único que vaya a hacer sea reírme mientras veo como mi compañera se pone fofa con la caña de chocolate". Yo los miro sin reírme mientras pienso y deseo que le salgan celulitis a esos muslos que NO necesitan que te sientes y mucho menos si NO vas a desayunar. Todo esto viene porque la barra de la cafetería me saca dos cabezas y no puedo "juntarme" la mantequilla así cari. En serio. Un trauma al que le unes que ya vas tarde a clase porque se te ha metido en la cabeza que tienes que tomarte la tostada en ESE MOMENTO. Total, que 10 min más tarde, cuando me he preparado la tostada delante de un montón de personas que ni siquiera estaban desayunando y con las cuales he cruzado miradas, me dispongo a irme con el vaso de plástico en la boca y la tostada de mantequilla en la mano, para que al menos una mano me quede libre para darle a la rueda. Adivinad. Se levanta la gorda de la caña y me entran ganas de atropellarla y que la caña le siente mal y le entren cagaleras.

Aquí no acaba la cosa. 10:40 de la mañana. Subida colectiva a las clases y/u otros habitáculos del edificio en el ascensor.

Otra vez la gorda (no lo veáis como algo despectivo. Yo también estoy gordita, y ya sabéis, yeah yeah maracuyeah el meneo de la gordi la flaca lo desea. Dj Kun forever and ever together). Y sus amigos. Y mucha más gente. En concreto hay 4 ascensores y 2 escaleras "creo" en la facultad. 40 personas esperando el ascensor. Y yo. Yo, que no tengo otra opción que subir por ahí. Yo, que odio los ascensores porque es el lugar donde me encuentro siempre con la gente que no quiero ver (demostrado). Yo, que por regalo de cumpleaños recibí de ese ascensor una caída porque una rueda de mi carricoche se metió en su rajeta, lo que provocó que mi maravilloso cuerpo se fuera hacia delante y mi cabeza terminara casi incrustada en sus paredes. Y lo peor. Un chichón. El día de mi cumpleaños. Un chichón. Del ascensor de la facultad. Yo. Carmen Viana. Una pesadilla en serio... Bueno, que me desvío. 40 personas. Todas esperando que llegue el ascensor. Y llega. Y se suben. Y ¿Quién se queda fuera?. Barbie Carmela. Al principio pasaba un poco, incluso me reía, ya me meto así tengamos que hacer un puñetero tetris en ese habitáculo porque soy yo la que tengo que estar ahí y no tú, ni tú, ni tú, ni solamente tú. Ojalá una mardisión celulítica para todos ellos. Para toda la vida. Y en especial para ti, gorda de la caña.

Bueno, y qué me decís de ese momento en el que nos llevamos 10 minutos esperando al ascensor, estando en la planta de la biblioteca ( aclaraSión: 1ª planta. Como mucho 20 escalones), y suelta la guapa de turno con gafas D&G: "Ay que ver lo que está tardando"... Pues coge tu culo y baja por la escalera MONA (de animal, no de guapa. Más quisieras). Me da igual que la gente suba en ascensor, están para eso, pero "hola bueno días estoy yo aquí esperando, no tengo otra forma de subir, apártate y te esperas al siguiente. Grasia". No es cuestión de "ay que lastimita vamos a dejarla subir". Es cuestión de "no lo necesito, ella sí. Estoy pagando clases de spinning mega caras en el Sato Sport para después venir a la facultad y esperar 80 millones de años para subir una cagada de planta por el ascensor. Estoy loca. Soy tonta. No pienso."

14:30. Vamos a comer. Al comedor. Desde que entré en la facultad pensé que el comedor estaba en el sótano, pero cuando tuve que comer por primera vez ahí y me monté en el ascensor para bajar, me di cuenta de que el ascensor NO BAJABA. ¿Pero cómo no va a bajar? me preguntaba. Pues no. No bajaba. Y yo me reía. Pregunté y me indicaron que se bajaba por una especie de rampa en el lateral del edificio


Miedo me daba ver la rampa... He de decir que esa mega construcción, como la llamo yo, es muy fácil  de bajar. Tan solo hay que dejarse llevar por el viento y por la emoción del momento. Pero a ver quien tiene chichi de subirla. Es que ni yo con mis brazos forzudos soy capaz de subir eso. ESO. Porque os voy a decir una cosa. A eso no se le puede llamar rampa. No se le puede. Y lo que me da más coraje de todo es que lo utilizan para bajar las cosas de la cocina, o lo que es lo mismo, todo lo que entra normalmente por la puerta de atrás en los restaurantes, las cosas de segunda clase. Pero ¿ Porfavor?!! ¿Qué he hecho yo para merecer eso? Soy la Carmela de España. Todo el mundo me quiere y me gritan por la calle que soy la mejor. No tengo porqué entrar por esos sitios... Esto debería de contemplarse en los libros de porqué se produce una depresión como "trauma de la puerta de atrás", lo que me llevaría a ser famosa porque soy la única persona que lo sufre en el mundo SEGURO. En definitiva... necesito ayuda. Con la rabia que me da a mí necesitar ayuda!!! De esto hay que aprender que "tiene rampa" no siempre significa "está adaptado". Muchas veces significa "tiene rampa pero lleva el equipo de escalada en el bolso cari".

La aclaración de mi cara era totalmente necesaria
Sigamos, las flojas de la secretaría, su característico buen humor y su profesionalidad. De esas sí que deberían publicar un libro. Me estoy desviando otra vez. LA SECRETARÍA. Todavía recuerdo aquella vez... esa primera vez... que entras en la facultad ilusionada porque te han llenado la cabeza de pajaritos. Me pintaron pajaritos en el aire. Todas las especies juntas vamos. Fui con mis 17 años y con mi inocencia a entregar mi matrícula, a lo que la vieja antipática de la secretaria me respondió con gritos: "PERO NIÑAAAAAA NO VES QUE TE FALTA PONER SEVILLA Y LA FECHA". Sí, me faltaba poner un dato tan importante como Sevilla. Claro caris, os imagináis que mi matrícula se traspapela y por equivocación la mandan a Madagascar. Y tengo que irme allí, a que dos negritos me abaniquen mientras tuesto mi piel al sol. Así, sin entender nada. ¿OS IMAGINÁIS? En fin, que fui a poner la fecha, pero ¿Dónde escribía? Me atreví a preguntar una vez más a aquella señora y me volvió a gritar: " ¿PERO NO VES LA TABLA PARA ESCRIBIR?" Y ya me tocó el chichi. Esa tabla que al igual que la barra del bar me sacaba dos cabezas y en vez de poner Sevilla donde me faltaba poner Sevilla, lo iba poner encima de la cuenta bancaria. Total, que le dije que no podía, que no veía, y con su característica simpatía me mandó a que BUSCARA una mesa. Por favor... una mesa para poner Sevilla. Chacha! Ponlo tú, ¿qué te cuesta? Pues le costaba. Tanto le costaba que no lo hizo y me tuve que ir a buscar una mesa. En busca de una mesa perdida. Y desde ese momento empezó mi historia de odio con las de secretaría. Bueno, a parte de que exijan un calentador en invierno para ponerlo bajo su mesa y que no se le enfríen los pies mientras yo me muero de frío en mi clase. ¿Qué yo no siento los pies? Vale, no los siento, pero mis brazitos sí que sufren. Y yo sufro. Yo estoy pagando y tengo que aprobar. Ellas no hacen nada y encima tampoco solucionan mis problemas. Ya basta con tanto inútil.

Ustedes sabéis que a mí me APASIONA moverme. Parriba, pabajo, pal cento y pa dentro. Muy bien, pues algún día mi ruedecita se enredará en los odiosos cables de los ordenadores. Todo esto pasa porque la universidad se gasta el dinero en cosas absurdas todos los años y no pone unos enchufes en condiciones en las aulas. Algún día me caeré intentando esquivarlos y les meteré una denuncia que se cagará la perra y por fin pondrán unos enchufes de este siglo y no de la época de Jesú Cristo. Otra cosa que está MAL es la tarima de la clase. A partir de ahora me negaré a exponer un trabajo si no puedo subir a la tarima por mí misma. Voy a hacer una campaña y será #CarmelaQuiereSuTarima porque no es justo que todos podáis vacilar de que exponéis vuestros trabajos ahí y yo me tenga que quedar abajo sin que nadie vea mi maravillosa belleza caribeña. Otro asunto son las perchas. LAS PERCHAS. Para mí desde luego son elementos decorativos (bastante feas por cierto). Vengo yo con mi Dior Haute Couture presentado de mano de Raf Simons en la pasada pasarela de París, y se tiene que quedar en la mesa tirado y arrugado. Con lo que me ha costado. Porque las perchas están para el que mide 180 centimentros. GRASIA. Adaptación 0 eh. Que lo sepáis.
Colgando mi Dior by Lefties
#CarmelaInTheTarima    #CarmelaQuiereSuTarima
Por último, y no menos importante, la copistería. Mirad, han cambiado los muebles, han pintado, han hecho obras... pero no han cambiado la maquinita de los números. Sí, esas que están pa coger la vez en la carnicería. Esas. Pues imaginaros a la altura que se encuentra para que una persona bajita de 1,50 y algo tenga que levantar el brazo bien para coger un numerito. Oiga, es que no me parece. Es que vengo a gastarme mi paguita aquí en fotocopias que luego no me estudiaré, para tener que pedirle al primero que entre después de mí (que por cierto no me toca ni uno guapo al que tirarle los tejos) que me coja un numerito. No sé cuantas veces me he quejado de la altura de la maquinita. Incontables. Pero ahí sigue. Menos mal que los copisteros me quieren y me tienen en cuenta.

Esfuerzos SOBREhumanos
Algún problema más habrá en el Rally Fcom. Rally Fcom... ¿No os encanta? A mí sí. Soy la mejor del Rally Fcom. Hasta que me rompa la boca. Ya veréis. No puedo irme de allí sin que pase :P


HASTA LA PRÓXIMA
BESIS

3 comentarios:

  1. Ay mi niña!!! Que falta de respeto de la FCom para una estrella como tu!!! No, ya en serio, me encanta que te lo tomes con sentido del humor pero en cosas tan básicas como estas no solemos pensar y, claro, pasa lo que pasa. La clave sería contar con profesionales (arquitectos, aparejadores, etc) con silla, que comprendieran a la perfección las carencias y lo solucionaran de forma eficaz. Besos!!

    ResponderEliminar
  2. NO PUEDO CONTIGO!!! YO DENUNCIABA DEL TIRÓN, PERO ELLOS NO ESTAN PREPARADOS A CUANDO CARMELA DE ESPAÑA SEA DE FAMOSA Y VERAAAAAAAAAAAAAS!!!!!!!
    TE MANDO UN BESO ENORME Y POR FAVOR SIGUE CON ESE HUMOR SIEMPREEEE, TE ADOROOO CARMEN!!!!
    GUAPAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

    ResponderEliminar
  3. Hola!! tu blog está genial, me encantaria afiliarlo en mis sitios webs y por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiarnos ambos con mas visitas.

    me respondes a emitacat@gmail.com

    besoss!!
    Emilia

    ResponderEliminar